Con sus goles de ayer contra Túnez, Harry Kane demuestra que está llamado a convertirse en digno heredero de la histórica camiseta ‘9’ de Bobby Charlton. Alejandro Olvera Fuentes escribe sobre estos dos grandes del futbol inglés.
Por: Alejandro Olvera Fuentes.
En el mundial de Suecia 1958, la selección inglesa no pudo acceder a la segunda ronda. No era fácil vencer al poderoso Brasil del joven promesa Pelé, ni a la férrea debutante Unión Soviética, ni a la entonces difícil Austria. De los tres partidos, la selección de la rosa no ganó ninguno, los empató todos, por ende tuvo que jugar un tercer partido más contra los soviéticos para saber cuál sería el afortunado que se enfrentaría al anfitrión. Sin embargo, un gol solitario de Anatoli Ilín, jugador del Spartak de Moscú, sentenció las aspiraciones de los ingleses.
Una tragedia se sumaba de nueva cuenta al fútbol inglés, ya que en febrero de ese año había ocurrido el accidente aéreo del Manchester United en Munich, en el que fallecieron ocho jugadores del equipo. No obstante, bien dicen que de la tragedia nacen los grandes hombres y Bobby Charlton es un claro ejemplo. Con tan sólo 21 años, el destino le permitió sobrevivir al accidente aéreo de Munich y ver desde su convalecencia cómo Inglaterra era eliminada del Mundial sueco. Bien sabía la fortuna, que este joven con estrella debía realizar cosas grandes no sólo con el Manchester United, sino también con la selección inglesa.
Aquel chico al que sus familiares llamaban Bobby, logró conducir a su selección hasta convertirla en campeona del mundo. En el Mundial de Inglaterra 1966, México y Portugal fueron víctimas del olfato goleador del diablo rojo. No marcó en el mítico partido final contra Alemania, pero Sir Bobby alzó en Wembley la copa Jules Rimet y unos meses más tarde obtuvo el Balón de Oro. El buen Charlton no sólo hizo olvidar las malas actuaciones de Inglaterra en las ediciones pasadas, sino que también honró a sus compañeros caídos.
En Rusia 2018 hay un personaje que quiere emular la grandeza de Sir Bobby y catapultar a la selección de la rosa a la cima del éxito. Su nombre: Harry Kane. Este romperredes de tan sólo 24 años le ha regresado la esperanza no sólo a los aficionados de su club, el Tottenham Hotspur, sino a toda una nación. Este chico disciplinado que gusta de jugar golf en su tiempo libre, ha sido una revelación porque en tan sólo tres temporadas se ha consolidado como un poderoso goleador: su media de goles está encima de los 20 por temporada. Un fenómeno en ascenso…
En el mundial ruso se está haciendo cargo de la responsabilidad de comandar al equipo inglés. Ayer en el debut contra Túnez marcó los dos goles que valieron la victoria. Por algo el entrenador Gareth Southgate lo nombró indiscutible capitán. Actuaciones como la de ayer demuestran que atrás quedó aquel niño regordete que todos despreciaban en las divisiones inferiores, ahora es un killer que, al igual que Bobby Charlton, sabe sobreponerse a los reveses tanto futbolísticos como de la vida. Hace unos años nadie le daba una oportunidad para debutar en un equipo de Primera, hoy está valuado entre los cinco mejores jugadores del mundo. Las vueltas que da la vida.
Es la luz de Inglaterra, que busca ser Sir y campeón del mundo.
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