Un paseo por donde todo empezó

Farid Barquet Climent nos da una recomendación para conocer y disfrutar más del futbol de Inglaterra, cuya selección se juega hoy el pase a la final del Mundial 

Por: Farid Barquet Climent

Las islas son para vivir errantes. Carlos Pellicer

 

Si es verdad, como escribió el argentino Ricardo Piglia, que “no hay más que libros de viajes o historias policiales”, a los del primer grupo pertenece La Isla del Futbol, libro que Antonio Rosique y Rogelio Roa publicaron hace once años pero que mantiene intacta su vigencia como aproximación divertida e inteligente al futbol británico.

La Isla del Futbol es la bitácora de dos años de andanzas de Rosique y Roa por esa porción del planeta en la que nació el futbol, en tiempos de la reina Victoria,  y en la que, a pesar de su cuna aristocrática como la de todos los deportes, en muy poco tiempo terminó por convertirse en una de las aficiones permanentes de las mayorías populares, pues tal como afirma Juan Benet, en Inglaterra las formas de distraer el ocio han evolucionado al compás de las posibilidades de las clases trabajadoras de llenar su tiempo libre. Así lo sostiene también el sociólogo alemán Gerhard Vinnai, quien considera que gracias a que “a mediados del siglo XIX se inició allí (en Inglaterra) el traslado del trabajo del hombre a las máquinas (se) redujo el gasto socialmente necesario de trabajo y con ello también el tiempo de trabajo”, por lo cual “Inglaterra, la patria del capitalismo industrial, es también la patria del fútbol moderno en cuanto deporte de masas”.

Leído poco más de una década después de su aparición, La Isla del Futbol ofrece ahora un viaje adicional, ya no en el espacio sino en el tiempo: una mirada retrospectiva a la Liga Premier de Inglaterra, cuya fundación, hace un cuarto de siglo, supuso un giro copernicano en la concepción de la industria del futbol, gracias a lo cual, desde entonces, atrae muchos reflectores pero sus clubes sólo descuellan muy esporádicamente en competencias europeas, mientras su selección nacional, salvo que hoy logre llegar a la final de Rusia 2018 al superar a Croacia, no ha hecho más que confirmar que el título mundial obtenido en casa en 1966 fue tan sólo un espejismo.

Los dos prólogos, a cargo de José Ramón Fernández y del historiador especialista en management aplicado al futbol de la Universidad de Liverpool, Rogan Taylor, preludian muy atinadamente este valioso testimonio de dos mexicanos que, honrando al arte de caminar que tanto encomiaban dos agudos observadores británicos como Robert Louis Stevenson y William Hazlitt, dan cuenta de cómo ciento cinco años después del fin de la época victoriana no fueron las capas proletarias sino los grandes capitales —no sólo ingleses, sino sobre todo árabes, asiáticos y rusos— los que operaron una segunda transformación, a saber, la conversión de un espectáculo como lo era el máximo circuito del futbol británico en su edición evolucionada gracias a la televisión satelital: la actual Premier League, y la erigieron en modelo de gestión y hasta de inversión a imitar, pues en la actualidad, de acuerdo con el periodista Édgar Valero, “se estima que 76 de los hombres más ricos del mundo y 390 de los 500 más importantes multimillonarios, están involucrados, han comprado, promueven eventos o participan en la gestión de eventos deportivos y en la adquisición de franquicias deportivas en todo el mundo”.

El lector que se adentre en La Isla del Futbol se enterará, entre otras muchas cosas, del significado profundo del torneo más antiguo del mundo y que más apasiona al pueblo inglés; de cómo los clubes de futbol y los equipos de rugby compiten por ganar mayor popularidad; del papel que desempeñan los supporters trusts en tanto grupos de seguidores organizados; de la relación entre la película Naranja mecánica del director Stanley Kubrick y el fenómeno de los hooligans; del recuerdo de los futbolistas ingleses que murieron o que ya no pudieron seguir siendo futbolistas por la Segunda Guerra Mundial; del marcaje personal que Rosique le hizo al primer futbolista mexicano que jugó en Inglaterra y también curiosidades como la historia del trofeo que disputan Inglaterra y Australia cuando se enfrentan en partidos de cricket.

Según Benet, “una de las genuinas innovaciones victorianas en materia de esparcimiento fue el pub, un invento que prevalecerá por grave y devastador que sea el paso de los tiempos y en tanto en el Reino Unido se siga fabricando y consumiendo cerveza. En La Isla del Futbol sus autores nos hablan de su itinerario por los pubs más futboleros de Reino Unido, dan sus recomendaciones de los imperdibles e inclusive aconsejan qué hacer para disfrutarlos al máximo y qué no hacer en ellos para evitar problemas.

Así como Winston Churchill reconoció que la primera muestra que dio de su poderosa retórica fue la encendida defensa que hizo de un pub para que no cerrara actividades, Rosique y Roa usan esos emblemáticos establecimientos —escalas obligadas para conseguir novia, según el escritor y aficionado al Leicester City, Julian Barnes en su libro El sentido de un final— para ambientar en ellos sus enriquecedoras entrevistas y sus inteligentes e informadas disquisiciones sobre el futbol como expresión de la cultura británica —insular siempre, pero que en tiempos del Brexit no sabemos si calificarla de aislada, como se resistía a creerlo André Maurois— con una escritura a un tiempo grácil e ilustrativa, que fluye sin los espesores pero con todo el sabor de una buena guiness.

 

Foto: Amazon

 

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