Arturo Heredia

Por: Farid Barquet Climent.

En estos tiempos de pandemia en que los médicos sacan el pecho por la humanidad, falleció un miembro insigne del gremio, uno de los pioneros de la medicina deportiva en México, que participó de la fundación del servicio médico del club de futbol Pumas de la UNAM: el doctor Arturo Heredia.

Invitado por el doctor Aniceto Ortega y Espinoza —descendiente de Aniceto Ortega del Villar (1825-1875), el obstetra cuya capacidad reconocieron tanto Maximiliano como Benito Juárez—, Heredia entró a trabajar a Pumas como médico de campo, encargado de brindar atención a los futbolistas durante sus entrenamientos y partidos, enseguida de que el equipo ascendió a Primera División en 1962. Antes de su llegada, los jugadores acudían con un masajista invidente.

En un texto reunido en la obra colectiva intitulada Lesiones en el futbol, publicada por la UNAM en 2003 bajo la coordinación de María Cristina Rodríguez G. y Soledad Echegoyen Monroy, Heredia relata cómo empezó a esbozarse lo que hoy son los servicios médicos del club auriazul, desde la incipiente elaboración de historiales clínicos de los jugadores, que antes no se hacían; pasando por el acondicionamiento de un área específica para el tratamiento médico y enfermería en el ala sur-poniente de los antiguos vestidores del Estadio Olímpico Universitario, gracias a la visión que tuvo el entrenador argentino Renato Cesarini; hasta la dotación de los primeros aparatos de ultrasonido y de microtermia, pues antes se tenía que acudir al Centro Médico Universitario para tratamientos de diatermia; y la aplicación de los primeros exámenes anuales de evaluación funcional sobre consumo de oxígeno, fuerza, velocidad, resistencia y coordinación.

Destaca Heredia que en los años setenta, en el plantel Iztacala de la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP), hoy Facultad de Estudios Superiores (FES), se inauguró el Departamento de Desempeño Humano, a cargo del doctor Rodolfo Limón Lazón, donde se realizó por primera vez un estudio completo de los aspectos fisiológicos del deportista. Heredia lo subrayaba: “El Club Universidad fue el equipo pionero en hacer estudios a sus deportistas”.

Como lo fue en los estudios fisiológicos, Heredia nos recuerda que Pumas también fue el primer equipo mexicano en contar con un preparador físico, Víctor Manuel Acevedo, cuya estafeta tomaría y haría evolucionar Ariel González a partir de los ochenta. Y fue también el primer club nacional en brindar atención psicológica, a través del doctor Finol, para luego acoger en su seno a toda una institución en la materia: Octavio Rivas Solís.

Equipo de la Universidad, Pumas se benefició, a lo largo de los 27 años en que contó con la colaboración directa de Arturo Heredia, del apoyo y el entusiasmo de pasantes de la Facultad de Medicina, a los que con el paso del tiempo el club terminó por ofrecerles en reciprocidad un horizonte vocacional dentro de la medicina deportiva, formados todos bajo el ejemplo humano y profesional de Heredia, como fueron los casos, entre otros, de los doctores Juan Cervantes, Alfredo Islas, Gregorio Domínguez, Gerardo Aguilar, José Luis Balderas y, muy especialmente, su discípulo más orgulloso, un continuador brillante y generoso de la obra de Heredia: el doctor Miguel Ángel Curiel, a quien dedico estas líneas con un abrazo solidario y cariñoso, con motivo de la partida, ayer 6 de julio, de su querido mentor, a quien vemos hasta la derecha de la foto, de pie, feliz, ataviado por completo con los pants de sus Pumas, la tarde del 9 de agosto de 1981, día en que el equipo de la UNAM conquistó su segundo título de Liga.

 

 

Un comentario en «Arturo Heredia»

  1. El Doctor Arturo Heredia…sin duda de los mejores médicos del Club…ahora nos dejó,pero también nos dejó en su momento lo mejor de su sabiduría en la medicina deportiva.
    Cuántos de nosotros no fuimos atendidos por él,y a cuántos nos saco de alguna lesión para poder jugar el partido importante…el se jugaba los partidos importantes con cada uno de nosotros,nos animaba con su característico sarcasmo…pero nos sacaba adelante.
    Por mi, sería un ingrato al no darle las gracias por los momentos compartidos y los momentos difíciles en que me ayudó.
    Gracias por todo eso y por también la cantidad de discípulos que de usted surgieron y que ahora ellos siguen su camino basados en los conocimientos que usted les transmitió.
    Que en paz descanse Dr. Arturo Heredia…y otra vez …muchas gracias.

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